DIOS Y EL CIGARRO

Adelmo, es el hijo bendecido de Teresa, quien en los ultimos años ha velado y cuidado de esta mujer de avanzada edad, es el quien la conoce muy bien y también soporta sus rabietas, pero también oye con atencion sus reflexiones, con un alto contenido de espiritualidad y sus regaños por no dejar su un vicio ahora catalogado por Adelmo, como un vicio maldito, en donde cada gramo de tabaco quemado es una porción menos de pulmón y garganta del fumador, quien cae en la cuenta de lo dañino de su hobbie, hasta que se queda sin voz y el animo de hacer cualquier actividad fisica, porque la capacidad de acción tambien se disminuye.

Estos casos parecen no existir en los hermanos de la Iglesia de Teresa, donde se rinde alabanza a un Dios verdadero, El que a muchos les ha ayudado permitido dejar este tipo de vicio. La expresión de alegria de los hermanos al final del servicio se se funde en un coro que marca el cierre del mismo,al que ha asistido la Madre de Adelmo, quien no por no ser creyente pero por diversos motivos espera afuera del templo a su madre, eso si, sin fumar un cigarro, no por que sea un acto de respeto a la iglesia o a Dios, sino porque su cajetilla ya no tiene, ninguno de esos bastones de tabaco. Es por eso que ha estado deseando que ese momento final llegará.

Cuando Teresa sube a la camioneta, Adelmo acelera la marcha, pero sin tanto que asuste a su madre para que no tenga que responder a la pregunta: ¿porqué corres?
no sabría que respuesta darle, sentia el humo de tabaco quemado, cada vez que hacia un alto en un semáforo y la agonía por el mismo hacia presa de sí.

Los semáforos parece que no quieren que el llege pronto a casa para que fume su vicio, pero sorteando el tráfico para llegar al fin a casa, en donde al llegar toca el claxón que advierte a la empleada domestica, que el patrón ya llego; pero parece que el claxón no acelero la marcha de la doméstica, porque esta se retraso, por lo que pidió a su madre bajar del auto, en lo que iba a dar una vuelta.

Su madre al fin era un hombre de edad, no había porque recriminarle esa nueva salidad nocturna, al fin habia cumplido con llegarla a recoger a la iglesia, pero su adicción a la dorga lícita mas vendida en el mundo, lo obligaba a ello.

De repente la puerta de la cochera se abre, lo que le permite ingresar su camioneta todo terreno y dejar dentro de casa a TERESA, pero su idea de buscar el tabaco no se aparto de él, por lo que busco retroceder viendo unicamente en el espero retrovisor sin advertir los espejos laterales, en donde se podia visualizar si lo hubiese hecho, que habian dos personas, uno flanqueando por el lado izquierdo y el otro por el derecho para sorprenderlo.

Cuando volteo su vista a su izquierda, se soreprendio de tener frente a si no un vendedor de cigarros ambulante, ni alguien que lellegaba a ofrecer un cigarrillo, sino mas bien, un arma de fuego y una voz que con temor y seriedad le decia ¡vámonos, vámonos¡.

Su madre impavida junto a la empleada, se quedaron congeladas, por esta acción, pero la fe de Teresa, hizo que esta elevara de inmediato una plegaria a su Dios TodoPoderoso, la Fe de esta mujer y su devoción a Dios es envidiable, aunque no inalcanzable, ya que la respuesta llego, cuando los angeles de Jehova, se posan alrededor de la escena y se oyen dos disparos al aire, fuera de la vivienda,de la calle de enfrente, hechas por un angel, utilizando a un vigilante, que desenfundó su arma para hacer estos tiros de advertencia.

Los Ladrones, se sorprenden y no saben de donde o si es contra ellos que viene un ataque, dejan las puertas del vehiculo abiertas, ya listas para abordarla, salen de la vivienda y toman caminos diferentes, paradojicamente dejando tras si un rastro, que fue el motivo de esta experiencia, una cajetilla de cigarros y paradojico, porque estaba sin abrir y de las misma marca que Adelmo consumía.

Camina, recoge la cajetilla, da un respiro profundo, que sintió limpio, que lleno sus pulmones y dijo: ¡todo por el Maldito Cigarro! Teresa en su humilde reflexión dice "Dios te quiere hijo", aun lo puedes dejar, me refieron al cigarro le recalca.

Teresa actuó en fe y Dios actuo al llamado.
te pregunto ¿ SE MUEVE ASI DIOS CONTIGO?